miércoles, 15 de junio de 2011

Vicios

En un lugar de Barajas, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía Ramón de Juan. Era un estudiante de los de lápiz en mesa y de escasas frivolidades.
Era un joven que cursaba primero de carrera. Estudiaba ingeniería debido a que gozaba de gran inteligencia. Era el mejor de la clase en todo hasta que un amigo suyo le dijo que viese una serie llamada Dragon Ball. Él dijo que no, porque le parecía de niños.
Un día, cuando terminó de estudiar, no sabía qué hacer, pues ya se había leído sus ocho capitulos del cid y don Quijote diarios y había repasado cuatro veces lo dado en ese día, así que, se puso a ver la serie en internet. Los primeros capítulos le aburrían, pero todas las escenas violentas le motivaban a seguir viendola.
Al día siguiente no podía hablar de otra cosa que de la susodicha serie con su amigo y éste le motivaba con que a continuación iba a ser muy violento ya que había caído en sus manos y en las del vicio.
A Ramón no le producía excitación ver violencia, pero le obsesionaba, como a otro los chistes, la droga, o el sexo. Todo era normal hasta que dedicaba mas tiempo a la serie que al estudio.
LLegó a su colmo cuando se compró el videojuego y al poder paracticar la violencia el mismo ya no distinguía la medida entre la realidad y la ficción.
Veía las noticias con su padre y los palestinos les parecía enemigos contra quienes luchaban los estadounidenses.
Al día siguiente, ofuscado por su vicio, habló con su amigo, incosciente de la gravedad del asunto:
-Habras visto lo de Palestina-
-Sí, a ver si acaba ya la guerra, que no es nada buena- respondió
-Debemos detenerlos y ayudar a Goku a vencerlos pero necesitamos mucho mas entrenamieno- dijo fuera de rodeos
-Jajajajaja, ¿te está gustando la serie ehh??
-¿Qué serie? ¡Hablo en serio! ¡Necesitan nuestra ayuda!-
-Tío, ya basta de vaciles-
-¡Mi plan es perfecto! Cuando terminemos ganaras mucho dinero-
-De acuerdo, confiare en que todo sea controlado-
Al día siguiente vino con un traje de carnaval y con una vieja katana de su familia imitando a un personaje por el que sentía especial afección, que utilizaba katana también.
Al llegar y ver que todo el mundo se reía de él, pensó que ese era el motivo de las guerras; que la gente ajena a ellas no se las tomaba en serio. Como consecuencia sacó la katana y asestó un golpe abrebarrigas al vacilón. Cayose y empezó a teñirse el blanco mármol de rojo. Todos presos del pánico empezaron a huir menos algunos desgraciados que sentenció al no ser lo suficientemente rápidos. De repente pasando por los solitarios y desalojados pasillos de la universidad sonó un ventilador gigante y miró por el ventanal cómo aparecía un bicho alado con una hélice giratoria. Tenía seis cabezas asomadas y seis puntos rojos en su pecho y abdomen. Fue lo último que vio al lanzarse contra la bestia acribillado

CARTA A PABLO

Pablo, hoy a sido el peor día de mi vida. Te lo voy a contar si no te importa y te agradecería que la leyeses entera.
Hoy, después de salir de mi casa y hacer la ruta habitual, he sentido que alguien me seguía. A la vuelta de la esquina me he quedado esperando y me he encontrado con él. Iba como un rapero; la capucha echada y los pantalones bajados hasta las rodillas. Alarmado al ver que le había descubierto sacó una aparatosa navaja multiusos y con pulso de Yonki me amenazó.Me dijo que me retaría a un partido de baloncesto y apostaríamos hacer algo embarazoso. En ese momento pensé que estaba loco de la cabeza.
El partido era uno contra otro sin público. Al comienzo me dí cuenta de que era mucho mejor que yo, así que me esforcé, pero aun así no conseguía remontarle. En el descanso, se fue a beber agua y, como no quería perder, amañe la canasta para que sólo entrase al rebotar en el tablero. Cuando volvió no se fijó en la trampa y acabé remontando y ganado el partido. Le dije que si me contaba quien era su tortura seria menor. Me dijo que era una amigo de una amigo que venia a gastarme una broma. No le creí y le obligué a que anduviese con los pantalones bajados (mas de lo que ya los llevaba) y sin camiseta por todo el instituto a las dos y media.
Me dijo que se vengaría por no creerle, que pertenecía a los Latin Kings y me enseño su placa de oficial. La gente me dijo que iba en serio y que la había cagado, pero mi orgullo pudo con todo.

sábado, 22 de enero de 2011

Argumentación: El escudero del Lazarillo de Tormes

El escudero del Lazarillo es un personaje muy discutido porque anteponía la honra a sus necesidades y a veces le llevaba al hambre y a los embargos. Quería ayudar a un amo rico pero no lo encontraba.
Yo creo que es una persona bastante inconsciente o estúpida porque prefería pasar hambre a tener honra. Para él la honra lo era todo; quería ascender socialmente, pero no podía por tres motivos: porque no tenía dinero, en esa época se nacía siendo una clase social y se moría siendo la misma y no encontraba ningún amo. Hoy en día ocurre al contrario; la gente antepone sus necesidades a su honra extremadamente, y el ejemplo más claro es la prostitución. Yo no digo que haya que haya que hacer esto (dependiendo de la situación), pero debe haber un equilibrio entre los dos. También hay gente que busca la honra, pero normalmente son los ricos y sobre todo los políticos corruptos, a los que les sobra el dinero.
En resumen,, ser escudero es un mal negocio y la gente que lo era era porque estaba obligada por las circunstancias o por falta de cordura; pero esto ha cambiado y ahora hay gente del polo extremo.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Disertación

El hombre por dos cosas trabaja,
la primera por tener mantenencia,
la segunda por poder juntarse con hembra placentera.

Yo pienso que tiene razón el Arcipreste, porque, por un lado el hombre piensa en el mañana, y a la vez en la noche. De todas maneras hay gente a la que le falta un hervor y por eso sólo piensan en la noche, aunque normalmente este tipo de personas no tienen hembra a la que juntarse.

A diferencia hay personas a los que le ocurre lo contrario: se pasa de madurez. Estas últimas suelen ser las más brillantes, pero suelen pensar solamente en sí mismos.

Desde mi punto de vista ha habido una decadencia sexual en las generaciones de los 1939 hasta los 1975. Los hombres de esta generación iban exclusivamente a trabajar. Eran muy severos y estrictos con sus hijos y mujer, debido también al régimen franquista en lo que se refiere a educación. Las mujeres estaban tratadas como esclavas y había índices de maltrato históricos. En la Segunda Guerra Mundial se violaban a las mujeres pero mucho antes, en la edad antigua, los reyes griegos tenían una mujer y unos cuantos amantes de cada sexo, y estaba bien visto. En la edad Media se fornicaba tanto voluntariamente como involuntariamente a mansalva, y de ahí proviene la palabra inglesa "fuck"; que eran siglas de inglés antiguo que se ponía en un cartel en el pomo de la puerta para que no les interrumpiesen con el tema a medio hacer.

En la edad Antigua en Grecia y en Roma se realizaba el trueque, pero pronto se empezó a utilizar la moneda. Y así comenzaron los trabajos remunerados, más adelante el monopolio comercial y mucho más tarde el capitalismo seguido del anti capitalismo: el comunismo.

Yo pienso que estas frases son verdaderas porque se debe trabajar, ya no para pensar, sino para tener un mañana y siempre sabe mejor todo el sexo después de un día currado. Algunas personas, bastante pocas, ven el sexo con "pecado" o "blasfemia", pero para mí es como un juego multijugador, miento, algo más, como un ligamiento, un ritual.

sábado, 23 de octubre de 2010

San Pedro de Cáceres

Por la época del rey Arturo, en la ermita de San Pedro de Cáceres, había un clérigo que se dedicaba a copiar los documentos religiosos de su ermita. Tenía un buen trabajo hecho: una biblia y seis poemas antiguos. En cuanto terminase con éste, estaría libre para descansar un poco pero se le estaba haciendo especialmente empalagosa este poema dedicado a César, antiguo rey de Roma.

Había copiado muchos documentos; entre ellos unos escritos que habían llegado misteriosamente a Portugal, pues decían que eran de una tribu del continente de la jungla, y predecían el final del mundo hacia el año 1390 del calendario musulmán.

Antes de irse a dormir, al despertarse y después de cada comida rezaba a San Pedro un padrenuestro, un Avemaría y un par de oraciones dedicadas a él. Según la Biblia, San Pedro de Cáceres había salvado a un niño de unos depredadores llevándolo a hombros a través de un río lleno de pirañas. La hazaña le costó el pie derecho, que más tarde acabó por infectarse, pero por su su desconocimiento en lo relacionado al arte de la amputación, acabó en una gangrena que le costó la vida. A pesar de ésto fue un héroe reconocido.

En un ataque moro desde Portugal, saquearon la iglesia, pero nuestro clérigo salió vivo con el tríptico que simbolizaba a san Pedro de Cáceres. Tuvo que vivir en el bosque durante dos largos años, confiando en San Pedro. Hubo una vez que dejó de confiar en San Pedro, porque veía que su vida sólo empeoraba, pero vió una señal y dedujo que tenía que ir a Toledo, capital de la antigua España.

Cuando llegó a Toledo, hizo famoso a San Pedro de Cáceres gracias a que anunció que su ermita había sido asediada, ya que era información vital para el ejército español. Le construyeron una ermita como la suya a las afueras de la ciudad y alcanzó muy buen rango.

Un día mientras que rezaba, le vino un pensamiento fugaz y reparó en que San Pedro de Cáceres no había hecho nada por él, por lo cual interrumpió su rezo y fue a hablar con el párroco de la Catedral principal. En mitad de la conversación, entró un tipo disfrazado y apuñaló al clérigo.

Más adelante se supo que había sido un atentado contra el párroco de la Catedral de Toledo, pero el clérigo, murió sin saber que realmente San Pedro le había matado para que no sufriese como él, pero en este caso era de tuberculosis.

3º de ESO

Ya en 3º!!!! porfin.......

...

lunes, 21 de junio de 2010

Fácil aprender, difícil olvidar

Era verano de 1938. Soñaba con escapar, con volar lejos de la ley y la guerra. Lo tenía todo planeado: me alistaría en el ejército para luchar en Navarra o Cataluña y cuando perdiésemos alguna batalla me intentaría escapar por la frontera y empezaría de nuevo en Francia. El problema: mi mujer.

Miro la caja de galletas y saco el periódico del ABC de julio del 38, intentando recordar algo más. Así fue, conseguí pasar la frontera. En agosto todos los lugares cercanos al mar Mediterráneo eran áridos, ahora pienso: “Sólo falta la típica bola de paja del Western”, y reí sin ganas.

Pero entonces encontré aquel periódico; por lo visto, no era la primera persona ni la más equipada que huía de la guerra en este verano. Miré el periódico; curiosamente era del mes anterior, pero daba igual, con la guerra y la crisis nacional no había noticias de otro país. Ahora lo leo: “Ataque rebelde sobre Navarra”, “Los maquis están arrinconados en los Picos de Europa”, y el que más me sorprende: “Unos mil soldados españoles se escapan por la frontera al año: ¿Debemos protegerla? Comentado por Severino Gil”. La verdad es que los periódicos me parecían que tenían más color en mis buenos tiempos.

Miro otra vez la caja y saco una herradura de caballo, para recordar. Andando hacia el norte encontré un pueblo muy pequeño que en el 44 fue arrasado por los nazis; por suerte, yo ya no estaba allí. Allí, en la primera casa que vi, me encontré un herrero revolviéndolo todo. Me encontré una herradura y me la guardé pensando que me daría suerte. Luego me acerqué a él y le dije: “J’aime travailler”, porque mis pocos conocimientos de francés no daban tanto de sí como para distinguir “querer” de “desear”.

Ahora miro otra vez y busco mi viejo gorro. De esto sí me acordaba. Al mes de trabajar para un francés y vivir en el monte me hice una casa y conseguí enviarle a mi mujer en Madrid todos mis recuerdos de la fuga, pero a los dos meses me vino una carta a su nombre con tema: “Testamento”. Allí me envió todos mis recuerdos en la caja de galletas María que tanto me había costado abrir hace unas horas. Le habían embargado la casa y la habían asesinado porque yo era sospechoso de huir de España.
-Raúl, ¿Qué haces?- me preguntó en francés
-Yo nada, recordar, ya que no puedo olvidar-
-Vale, lo siento, voy a hacer la cena-
-No tengo hambre cariño, pero gracias-dije
-De acuerdo-me dijo un poco triste-Te quiero-
La verdad es que me siento culpable por saber que no voy a querer a una mujer más que a mi antigua esposa, y me extraña que Marie siga a mi lado, porque ella lo sabe.

Recuerdo a mi antigua mujer, delgada y delicada, como una rosa. Tenía una fortaleza espiritual increíble, y una paciencia infinita; pero sé que no murió asesinada, murió de soledad, por haberla abandonado. Ahora me levanto, con la herida abierta, lágrimas, odio y rabia y tiro la caja al fuego y pienso: “Maldita seas, guerra, marioneta del diablo, danza de la Muerte”.